26 de abril de 2009

SABIAS...


EL LOTO COMO SIMBOLO UNIVERSAL
No hay símbolo alguno antiguo que no tenga un significado profundo y filosófico, cuya importancia y significación aumentan con su antigüedad. Tal es el Loto. Es la flor consagrada a la Naturaleza y a sus Dioses, y representa al Universo en lo abstracto y en lo concreto, siendo el emblema de los poderes productivos, tanto de la Naturaleza Espiritual como de la Física. Fue tenido por sagrado desde la más remota antigüedad por los indos arios, por los egipcios y, después de ellos, por los buddhistas. Era reverenciado en China y en el Japón, y fue adoptado como emblema cristiano por las Iglesias griega y latina, que lo han reemplazado con el nenúfar (o la azucena). En la religión cristiana, en todos los cuadros de la Anunciación, el Arcángel Gabriel se aparece a la Virgen María con un vástago de nenúfares (o de azucenas) en la mano. Este vástago, como emblema del fuego y del agua, o la idea de la creación y la generación, simboliza precisamente la misma idea que el Loto en la mano del Bodhisattva que anuncia a Mahâ-Mayâ, madre de Gautama, el nacimiento del Buddha, el Salvador del mundo. De este modo también eran representados constantemente por los egipcios Osiris y Horus, asociados con la flor del Loto, siendo ambos Dioses del Sol o Dioses del Fuego; justamente lo mismo que el Espíritu Santo es aún simbolizado por "lenguas de fuego", en los Hechos. Ello tenía, y tiene todavía, su significado místico, que es idéntico en todas las naciones de la tierra. Entre los indos, el Loto es emblema del poder productor de la Naturaleza, por medio de la agencia del Fuego y del Agua, o Espíritu y Materia. "¡Oh, Tú Eterno! ¡Veo a Brahmâ, el Creador, entronizado en ti sobre el Loto!" -dice un versículo del Bhagavad Gitâ-. las semillas del Loto contienen, aun antes de germinar, hojas perfectamente formadas, la figura en miniatura de lo que será algún día, como plantas perfectas. El Loto es, en la India, el símbolo de la tierra prolífica, y lo que es más, del Monte Meru. Los cuatro Ángeles o Genios de los cuatro cuadrantes del Cielo, permanecen cada uno sobre un Loto. El Loto es el símbolo doble del Hermafrodita Divino y del Humano, siendo por decirlo así, de doble sexo. Entre los indos, el Espíritu del Fuego o Calor -que excita, fructifica y desarrolla en forma concreta, de su prototipo ideal, todo lo que nace del Agua, o Tierra Primordial- desarrolló a Brahmâ. La flor del Loto, representado como brotando del ombligo de Vishnu (el Dios que reposa en las Aguas del Espacio sobre la Serpiente del Infinito), es el símbolo más gráfico que se ha hecho nunca. Es el Universo desenvolviéndose del Sol Central, el Punto, el Germen siempre oculto. Lakshmî, que es el aspecto femenino de Vishnu, y es llamada también Padma, el Loto, se muestra igualmente en el Râmâyana flotando sobre una flor de Loto, en la "Creación" y durante "el mazar del Océano" del Espacio, como también surgiendo del "Mar de Leche", de igual modo que Venus Afrodita de la Espuma del Océano.
...Entonces, sentada sobre un loto
La brillante Diosa de la Belleza, la Shrî sin par, se alzó
En lo alto de las olas...
La idea fundamental de este símbolo es muy hermosa, y demuestra, además, un origen idéntico en todos los sistemas religiosos. Ya sea como Loto, como nenúfar (o como azucena), significa una y la misma idea filosófica, a saber: la Emanación de lo Objetivo de lo Subjetivo, la Ideación Divina pasando de la forma abstracta a la concreta o visible. En un capítulo del Libro de los Muertos, llamado "Transformación en el Loto", el Dios, que está representado como surgiendo de esta flor, exclama: Yo soy el Loto puro que emerge de Los Luminosos... Yo llevo los mensajes de Horus. Yo soy el Loto puro que viene de los Campos del Sol .La idea del Loto puede encontrarse hasta en el primer capítulo elohístico del Génesis, como se manifiesta en Isis Unveiled. Ésta es la idea que debemos considerar para el origen y explicación del versículo de la Cosmogonía Judaica, que dice así: "Y Dios dijo: que la tierra produzca... el árbol frutal que dé el fruto según su naturaleza, cuya semilla está en él mismo" . En todas las religiones primitivas, el Dios Creador es el "Hijo del Padre", esto es, su Pensamiento hecho visible; y antes de la Era cristiana, desde la Trimûrti de los indos hasta los tres títulos kabalísticos de las escrituras, según las explican los judíos, el título Trino de Dios en cada nación, estaba por completo definido y substanciado, en sus alegorías. Tal es el significado cósmico e ideal de este gran símbolo en los pueblos orientales. Pero cuando fue aplicado al culto práctico y esotérico, que tenía también su simbología esotérica, el Loto se convirtió, con el tiempo, en el portador y contenedor de una idea más terrestre. Ninguna religión dogmática se ha librado de tener en sí el elemento sexual; y hasta el presente, él mancha la hermosura moral de la idea raíz de la simbología. Lo que sigue está tomado de los mismos manuscritos kabalísticos que hemos ya citado en varias ocasiones. Un significado semejante tenía el Loto que crecía en las aguas del Nilo. Su modo de crecer peculiar, lo hacía muy adecuado como símbolo de las actividades generadoras. La flor del Loto, que es la portadora de la semilla para la reproducción como resultado de su madurez, está relacionada, por su adherencia, semejante a la de la placenta, con la madre tierra o matriz de Isis, por medio de su tallo largo parecido a un cordón, el umbilical, pasando a través del agua de la matriz, que es el río Nilo. Nada hay más claro que este símbolo; para hacerlo perfecto en su significado, presentan algunas veces a un niño como sentado en la flor o como saliendo de la misma. Así Osiris e Isis, los hijos de Cronos, o el tiempo sin fin, en el desarrollo de sus fuerzas naturales, se convierten en esta figura en los padres del hombre bajo el nombre de Horus. No podemos insistir bastante sobre el uso de esta función generativa como base de un lenguaje simbólico y de un arte de hablar científico. El pensar sobre la idea nos conduce inmediatamente a reflexionar sobre el asunto de la causa creadora. Se ha observado que la Naturaleza en sus obras ha formado un maravilloso mecanismo vivo gobernado por un alma viviente que se ha unido a ella; cuya vida de desarrollo e historia, respecto de donde viene, su presente y a donde va, sobrepuja todos los esfuerzos del entendimiento humano. El recién nacido es un milagro constante, un testimonio de que dentro del taller de la matriz ha intervenido un poder inteligente creador, para unir un alma viviente a un mecanismo físico. La asombrosa maravilla del hecho da un carácter de santidad sagrada a todo lo que se relaciona con los órganos de la reproducción, como la morada y lugar de la intervención constructora evidente de la deidad. En las reliquias del antiguo Egipto, mientras mayor es la antigüedad de los símbolos y emblemas votivos de los objetos desenterrados, más a menudo se encuentran las flores de Loto y el agua en relación con los Dioses Solares. El Dios Khnum, el Poder Húmedo, o el Agua, como lo enseñaba Tales, siendo el principio de todas las cosas, se sientan en un trono encerrado en un Loto. El Dios Bes se halla sobre un Loto, pronto a devorar a su progenie. Thot, el Dios del Misterio y de la Sabiduría, el Escriba sagrado del Amenti, llevando el disco solar como tocado, está con una cabeza de toro -el toro sagrado de Mendes es una forma de Thot- y un cuerpo humano, sentado en un Loto completamente abierto. Finalmente, la Diosa Hiquit, bajo la figura de una rana, reposa sobre el Loto, mostrando así su relación con el agua. Y de la forma nada poética de este símbolo-rana, indudablemente el signo de la más antigua de las Deidades egipcias, es de donde los egiptólogos han tratado en vano de descubrir el misterio y las funciones de la Diosa. Su adopción en la Iglesia por los primeros cristianos demuestra que lo conocían mejor que nuestros modernos orientalistas. La "Diosa rana o sapo" era una de las principales Deidades cósmicas relacionadas con la Creación, por razón de la naturaleza anfibia de este animal, y sobre todo a causa de su resurrección aparente, después de largas edades de vida solitaria, encerrado en paredes antiguas, en rocas, etc. No sólo había ella tomado parte, juntamente con Khnum, en la organización del Mundo, sino que también estaba relacionado con el dogma de la resurrección . Debe de haber habido algún significado muy profundo y sagrado asignado a este símbolo, puesto que, a pesar del riesgo de ser acusados de zoolatría bajo una forma repugnante, los primeros cristianos egipcios lo adoptaron en sus Iglesias. Una rana o un sapo encerrado en una flor de Loto, o simplemente sin el último emblema, fue la forma elegida para las lámparas de las Iglesias, en que estaban grabadas las palabras "........." -Yo soy la resurrección" Estas Diosas-ranas se encuentran también en todas las momias.

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